Aislante de celulosa
Muchas y variadas son las opciones que hay a la hora de aislar tu casa, oficina, etc. La elección de uno u otro material dependerá del resultado de ponderar diferentes condicionamientos: técnicos (tipo de construcción sobre la que aplicarlos), objetivos (tipo de aislamiento que se necesita, bien más térmico o bien acústico), temas presupuestarios, etc…
La celulosa, por muchas razones que vamos a intentar resumir en este post, es el rey del aislamiento. Por sus prestaciones, versatilidad, sostenibilidad,…
Veamos porque:
- Altísimo rendimiento. El trabajo de aislamiento de la celulosa tanto en condiciones de frio como de calor extremos son expectaculares.
- Control de la humedad. El aire contiene humedad, el vapor de agua invisible, que penetra en todas partes. La celulosa permite que la casa transpire correctamente, equilibrando la humedad interior de la vivienda y mejorando la sensación térmica, sin que por ello se alteren sus propiedades.
Una casa que transpira ofrece seguridad y bienestar. - Protección contra el fuego. La respuesta de la celulosa en caso de incendio reune todos los requisitos que se le pueden pedir al mejor de los materiales de construcción: no se inflama, no propaga llama, no se derrite y no emite ningún tipo de gas tóxico.
- Protección contra el ruido. Cuando hablamos de aislar, el ruido, es uno uno de los problemas más evidentes y urgentes que amenudo se nos presentan. La celulosa, es una mágnifica respuesta, por prestaciones y por rápidez de aplicación.
- Adaptabilidad. El aislamiento de celulosa puede ser aplicado en todo tipo de superficies, muros y paredes verticales u horizontales de hormigón armado, madera, bloques prefabricados, ladrillos… tanto en las nuevas construcciones de viviendas como en la rehabilitación energética de las ya existentes.
Otras cinco importantes razones para aislar con celulosa
- Uniformidad. La aplicación de la celulosa permite que la capa aislante resultante esté libre de juntas, formando así un bloque de masa homogénea, evitando el puente térmico y estanqueidad al viento.
- Duración ilimitada. No se apelmaza ni mengua con el paso del tiempo. No se asienta.
- 100% papel reciclado. Su producción está ligada a la gestión forestal responsable, ayudando al planeta a gestionar, reutilizar y reciclar desechos de papel para la fabricación del aislante.
- Producto sostenible. Su proceso de fabricación es el que presenta un menor consumo energético. La materia prima se obtiene a nivel local y tiene distancias de envío a fábrica muy cortas, con la consiguiente reducción de consumo de combustible
Reducción de las emisiones de CO₂ ya que la celulosa es básicamente una molécula orgánica. - POR AHORRO. Un aislamiento adecuado es uno de los métodos más rápidos, sencillos y económicos para reducir inmediatamente las facturas de calefacción y aire acondicionado. El aislamiento térmico con celulosa puede reducir hasta el 54% la factura de climatización.
Muchas eran las razones que prometíamos al principio de este artículo, pero es que además todas ellas son de un valor elevadísimo que hace de la celulosa uno de los materiales de aislamiento más preciados.
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